Historia
El inglés, al extender Inglaterra su lengua por todo el mundo (Imperio británico), y al convertirse los Estados Unidos de América en la mayor potencia económica y militar, ha llegado a ser de facto la lingua franca de nuestros días.
Pese a la existencia de otras lenguas internacionales y de idiomas internacionales planificados, como el esperanto o interlingua, que son lenguas francas neutrales aunque con menos hablantes, el inglés constituye hoy en día el principal idioma de comunicación internacional. Esto se debe al predominio de la civilización dominante, que por lo general no adopta otro idioma, sino que, por el contrario, impone el suyo con los privilegios que suponen frente al 96 % de la población mundial en la actualidad. Por una razón similar en muchos de los países europeos se hablan lenguas derivadas del latín, que fue el idioma oficial del Imperio romano. Y por estas tendencias, sobre todo las élites intelectuales pasaron del latín al francés, luego al inglés tras el final de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1945 y se prevé que el inglés disminuya en las siguientes décadas frente a otros idiomas como el español, el árabe o el chino mandarín, entre otros.
Actualmente existen millones de personas que también utilizan como alternativa una lengua auxiliar neutral, sencillas por diseño y no condicionadas a cambios en las potencias mundiales. Sin embargo, según el Reporte Grin, que concluye que el uso del esperanto sería la mejor solución a medio y largo plazo para la Unión Europea y sus ciudadanos, es cierto que a corto plazo supondría una inversión o gasto en campañas informativas y en los cambios del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Orígnes
Según la Crónica anglosajona, alrededor del año 449, Vortigern, rey de las islas británicas, extendió una invitación a unos anglos dirigidos por Hengest y Horsa para que le ayudaran contra los pictos. A cambio, a los anglosajones se les concederían tierras en el sureste. Se buscó más ayuda, y en respuesta acudieron anglos, sajones y jutos. La crónica documenta la subsiguiente llegada de «colonos», que finalmente formaron siete reinos: Northumbria, Mercia, Anglia Oriental, Kent, Essex, Sussex y Wessex. Sin embargo, a juicio de la mayoría de los estudiosos modernos, esta historia anglosajona es legendaria y de motivación política.
Inglés antiguo
Estos invasores germánicos dominaron a los habitantes nativos de habla celta britónica y latina. Las lenguas que hablaban estos invasores germánicos formaron lo que se habría de llamar inglés antiguo, que era un idioma emparentado con el frisón antiguo. El inglés antiguo (también denominado anglosajón) tuvo una fuerte influencia de otro dialecto germánico, el nórdico antiguo, hablado por los vikingos que se asentaron principalmente en el noreste de Gran Bretaña. Las palabras inglesas English (inglés) y England (Inglaterra) se derivan de palabras que se referían a los anglos: englisc y England. Sin embargo, el inglés antiguo no era un idioma unificado común a toda la isla, sino que se distinguían principalmente cuatro dialectos: mercio, northumbrio, kéntico y sajón occidental.
Inglés medio
A partir del siglo XVIII la pronunciación del inglés ya era muy similar a la del inglés moderno. Y a partir de esa época se empezaron a producir la mayor parte de los cambios fonéticos que hoy día son la base de los dialectos modernos.
Inglés moderno temprano
Cronológicamente se sitúa entre los siglos XVI y XVIII (entre 1450 y 1700 aproximadamente) en las áreas pobladas por los anglonormandos. Se consolidó en gran medida debido al auge de las letras británicas en dicho período histórico y a los aportes de lenguas extranjeras.
Se considera la fase más evolutiva y cercana al inglés de la actualidad.
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